Primeramente y uniendo las definiciones de la Real Academia Española podemos entender que vocación pedagógica es la inclinación o «llamado» a educar y enseñar a los pares, en otras palabras es el querer enseñar, el querer aportar conocimiento a la vida de otra persona y tener ciertas cualidades para aplicar aquello.
El primer acercamiento que tuve con vocación pedagógica fue el primer día de práctica reflexiva, recuerdo que me sorprendí al ver la realidad de una sala de clases, no es como lo plantea la teoría ni las formas de enseñar… en el aula de clases había que ser apasionados para enseñar, el saber guiar un curso tan masivo y con mucha energía no era fácil. Debo admitir que en un momento dudé de poder manejar esa situación, pero al rato la profesora me daba una cátedra de como hacer que se vea fácil el manejar la situación y poder enseñar a los chicos de aquel primero básico.
Tuve también una segunda experiencia, esta vez en otro colegio y con otro curso bastante diferente. En esta ocasión pude ver y observar la relación que se llega a tener con los alumnos. No todo es «Yo enseño y tú aprendes», claro que no… pude observar que ser profesor y tener vocación pedagógica conlleva tener un historial de cada chico, preguntar que le pasa y dar ánimos de vez en cuando. Como muchas veces se dice, ser profesor es ser doctor, psicólogo, juez y motivador todo de una vez.
En las dos experiencias pude ver, observar y sentir la vocación pedagógica, cada uno de los profesores, de los cual escribí, demostraba la vocación por enseñar y la necesidad de que los alumnos aprendan, no por obligación sino que para que tengan conocimientos y puedan seguir avanzando.
http://dle.rae.es/?id=bzINevX / Vocación
http://dle.rae.es/?id=SHmDVXL / Pedagogía